Probabilismo, providencia y libertad en el De Fato de Cicerón y su recepción en Lorenzo Valla
Resumo
De Cicerón se dice que no fue creador de nuevas teorías filosóficas ni tampoco iniciador de nuevos géneros, pero está lejos de ser un servil repetidor, como se le ha calificado tomando al pie de la letra alguna expresión suya1. Sirve de ejemplo lo que él mismo dice en Los Oficios: «porque concediendo como concedo a muchos la ciencia del filosofar, en cuanto a formar un discurso con propiedad, elegancia y claridad, que es el oficio propio de un orador, me parece que tengo justos derechos para apropiármelo».
Él mismo dice que se dedicó a la filosofía como un recurso; habituado desde sus primeros años a estos estudios, juzgó que el medio más honesto de dar treguas al sentimiento era volverse a la filosofía; en cuyo estudio habiendo gastado mucho tiempo de su juventud por aprenderla, después que comenzó la carrera de los empleos, y se entregó del todo a la República, sólo tenía lugar para ella en aquellos ratos que le dejaban sus negocios o los de los amigos, los cuales empleaba en leer, sin tener tiempo para escribir.